Y al respecto no debemos, en ningún momento perder de vista lo sucedido con el Hospital de Maternidad, “la gran obra” Funes -el mismo acusado de saquear $351 millones del Estado- y que tiene un sinnúmero de deficiencias, comenzando por las denuncias que se han hecho sobre las fundaciones en las cuales está asentado.
Los problemas del Rosales los ha conocido el público a través de estos diez años de desgobierno: pacientes acostados en el suelo, elevadores que no funcionan, una casi inoperante lavandería, mala disposición de desechos (a dónde y cómo los llevan, no se sabe con certeza ), techos con grietas…
La principal causa de los entuertos es gerencial: los encargados de la cartera estaban donde estaban solo por ser miembros del partido. La principal titular de la cartera era la compradora de los camioncitos chinos municipales que terminaron como chatarra. Y con esa mentalidad cómo se podían hacer buenas compras, contrataciones… solo así se explica el desabastecimiento que dejaron.
No cuesta imaginar cómo se agravaría la situación de los pacientes si a sus padecimientos se suma el ruido de máquinas de construcción, el ir y venir de obreros, el suministro de materiales… polvo, ruido, gentes sudorosas y contaminantes, médicos con los nervios de punta por todo ese pandemonio.
Ahora con gente nueva al frente de Salud, la renovación (no nueva construcción ) del hospital puede proceder basada en un sistema modular que sin conmociones lograría lo que se quiere, que son instalaciones eficientes.
El Rosales es el centro del sistema de salud, compuesto por el resto de hospitales, por el Seguro Social, por las clínicas que operan en la mayoría de poblaciones grandes, por el Bloom y por las clínicas empresariales.
Otra grave situación son los conflictos y represalias que mantenían los titulares de Salud con los médicos, llegando al extremo que el Ministerio destituyó profesionales muy capacitados o los asignó a puestos sin importancia.
Nunca se supo que los titulares anteriores visitaran hospitales, sino que apenas se les vio en televisión.
Nueva administración, Nueva visión
Naturalmente hay sectores de Salud que funcionan bastante bien, como es el caso de la UCI del ISSS, o el Policlínico Zacamil y unidades como la Unidad de San Miguelito, pero en cambio hay ciudades como Zacatecoluca, que se quejan de las deficiencias de las clínicas que operan allí.
Una parte de las deficiencias en salud podría mitigarse si se fomenta la formación de clínicas empresariales que den servicio a un grupo de empresas con el apoyo del sistema.
Otra es vincular digitalmente a las clínicas del territorio con centros de consulta donde se revisen diagnósticos y pueda dirigirse ayuda en casos especiales.
En las ciudades dispersas de Estados Unidos que apenas tienen centros urbanos, la comunicación de médicos con sus pacientes se realiza en gran parte con diagnósticos a distancia, digamos para monitorear personas con problemas de alta presión u otros padecimientos.
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